top of page

Elevacion y Aumento de Pecho Mamolifting

¡Bien! Mensaje recibido

 La Mastopexia con Aumento Mamario (Elevación y Aumento de Pecho) es la intervención que se lleva a cabo para levantar y aumentar a la vez un pecho que ha descendido y que además necesita un aporte de volumen.

 

 Mamolifting (metodo propio de nuestras especialistas) consigue que las mujeres con mamas caídas y pequeñas puedan llegar a tener un pecho perfecto sin o con muy pocas cicatrices corrigiendo asimetria, tamaño y la caida de las mamas. 

 

 

El propósito de esta intervención es lograr una elevación del pecho hasta su situación adecuada, a la vez que un aumento del volumen, que de otra forma sería insuficiente. El objetivo primordial es que a través de la mejoría estética Ud. se sienta mejor y más segura de sí misma. Es una combinación de dos técnicas quirúrgicas: la Mastopexia (corrección del pecho flácido o caído) es la intervención de Cirugía Estética que se lleva a cabo para situar en su posición correcta y con la tensión adecuada un pecho de volumen normal, pero que ha descendido, y la Mamoplastia de Aumento por sí sola se utiliza para aportar volumen a un pecho excesivamente pequeño, pero no descendido.

Cuando se combinan ambos factores: descenso del pecho y falta de volumen, ninguna de las dos operaciones aisladamente producirá un resultado satisfactorio. La Mastopexia elevaría el pecho, pero no aportaría el volumen necesario para obtener una forma mamaria adecuada. La Mamoplastia de Aumento conseguiría aportar volumen mediante prótesis, pero el exceso de descenso de la mama se haría evidente por delante y debajo del volumen aportado, dando un aspecto muy poco natural. Así como la Mastopexia y la Mamoplastia de Aumento son habitualmente intervenciones muy regladas, en las que el cirujano tiene claro el curso que seguirá la cirugía, cuando se asocian las dos técnicas se verá abocado a adoptar una serie de cambios y alteraciones técnicas en quirófano, a medida que el pecho se vaya modificando no sólo en su posición, sino también en su volumen. Esto hace que esta intervención sea una de las más complejas de la Cirugía Estética.

Las regiones mamaria y abdominal han adquirido en los últimos decenios una importancia relevante en la imagen corporal debido a la creciente libertad sexual y a la mayor exposición corporal en playas y en la moda actual. Por ello cualquier alteración ostensible de forma y tamaño puede tener una gran influencia en la propia estima. El significado emocional de la mama se debe a que no sólo simboliza el papel de madre y los sentimientos maternales asociados sino que representa además la región más destacada de la sexualidad femenina, región clave de la atracción heterosexual. El grado de afectación emocional que puede llegar a causar un pecho pequeño y caído es algo que sólo pueden llegar a compartir plenamente otras mujeres con el mismo problema. A las demás personas les es difícil comprender el grado de sufrimiento que esta situación conlleva para la paciente. La corrección de las alteraciones de tamaño, situación y forma están justificadas desde el punto de vista psicológico, logrando en la gran mayoría de las pacientes mejorar la sensación de bienestar. Las mujeres que se someten a estas intervenciones por motivos estéticos lo hacen a pesar de la ambivalencia de la sociedad hacia un procedimiento que muchas personas consideran un riesgo frívolo e innecesario. Y sin embargo, esas mujeres sienten una necesidad personal de mejorar la situación de su pecho tan profundamente arraigada, que a veces ni sus médicos ni las personas más allegadas consiguen apreciar el impacto que esto tiene sobre su sentido de unidad corporal y sobre su autoestima.

 

  • ¿Cuándo está indicada una intervención de Mastopexia y Aumento Mamario?
  • ¿Cómo se conseguirá aumentar el tamaño del pecho?
  • ¿Cómo se realiza la intervención?
  • ¿Dónde quedan colocadas las prótesis?
  • ¿Qué cicatrices quedan?
  • ¿Hay que tener alguna precaución especial antes de la intervención?
  • ¿Influye el momento menstrual en la intervención?
  • ¿Qué anestesia se utiliza?
  • ¿Cuánto tiempo suele durar la intervención?
  • ¿Cómo es el postoperatorio?
  • ¿Qué tipos de implantes se pueden utilizar?
  • ¿Se pueden romper las prótesis?
  • ¿Cuándo se sospecha la rotura de una prótesis mamaria?
  • ¿Existe riesgo de cáncer?
  • La presencia de prótesis mamarias, ¿dificulta posteriormente la exploración                                                                        mamaria y el diagnóstico precoz de eventuales tumores?
  • ¿Se examina la glándula mamaria en la operación?
  • ¿Qué complicaciones pueden ocurrir?
  • ¿Qué cuidados hay que tener en el postoperatorio?
  • ¿Cómo se manifiesta una retracción capsular y con qué frecuencia se produce?
  • ¿Hay contraindicaciones para una mastopexia asociada a un aumento mamario?
  • ¿Es necesaria una transfusión de sangre?
  • ¿Cuáles son las molestias postoperatorias?
  • Si fuera una de esas pacientes en que se produce una retracción de la cápsula con endurecimiento de la prótesis, ¿qué importancia reviste y qué se puede hacer?
  • ¿Qué seguimiento postoperatorio deberé practicar?
  • En caso de quedar embarazada, ¿puedo dar el pecho?
  • Con el tiempo, ¿se me volverá a caer el pecho?
  • ¿Cómo valoran las pacientes el resultado?
  • ¿Dónde puedo obtener más información?
  • ¿Qué Garantía existe?
     
     
     
     
     
     
     
     
     

¿Cuándo está indicada una intervención de Mastopexia y Aumento Mamario?

 

La intervención está indicada en pacientes adultas en las que se combinen a la vez dos factores:

  1. El pecho ha descendido por debajo de los cánones aceptables y hasta un punto en que el mero aumento de volumen no conseguirá elevarlo. (Izda.)

  2. El pecho carece de un volumen suficiente para adoptar una forma mamaria satisfactoria mediante una mastopexia simple, debiendo aportársele volumen mediante la implantación de prótesis mamarias. (Abajo)

Las mejores candidatas a este tipo de cirugía son pacientes que están buscando obtener una mejoría de su aspecto, no alcanzar la perfección. Antes de decidirse a operarse, considere cuidadosamente cuales son sus expectativas y discútalas con nosotros.

 

January 01, 2020

Cómo se conseguirá aumentar el tamaño del pecho?

 

La única forma de conseguir un aumento permanente del tamaño del pecho es mediante la introducción quirúrgica de “prótesis” o “implantes”. Se trata de bolsas de silicona vulcanizada de grado médico (de muy alta pureza), llenas bien de suero salino (agua destilada con cloruro de sodio) o de gel de silicona de alta viscosidad. La silicona vulcanizada es un material inerte, bien tolerado por el cuerpo, que puede reemplazar tejidos de diferente consistencia. Es fácilmente manejable y esterilizable y causa una escasa reacción a cuerpo extraño. Este producto se utiliza para recubrir marcapasos, para fabricar prótesis articulares, válvulas de tratamiento de hidrocefalia, implantes peneanos y testiculares, prótesis de oído, etc. Aún más, la silicona se encuentra en muchos medicamentos que se administran libremente, incluso a bebés (Aero-Red®, Alucol Silicona®, Enterosilicona®, Acidión®, Aligest®, por nombrar algunos). Se utiliza también profusamente en sprays para el cabello, comidas elaboradas, cremas y cosméticos. Sin embargo, la introducción de cualquier implante hace que el organismo genere una envoltura aislante de tejido conjuntivo que recibe el nombre de cápsula. Cuando se implanta un material biocompatible, el organismo no trata de eliminarlo como un cuerpo extraño y se limita a aislarlo, encapsulándolo con ese tejido.

 

January 01, 2020

¿Cómo se realiza la intervención?

 

Antes de la cirugía, el cirujano realiza una serie de mediciones sobre la paciente despierta y de pie, marcando una serie de líneas de referencia sobre la piel. Estas marcas, que son muy importantes al realizar cualquiera de las dos operaciones aisladas, en este caso sólo le servirán de puntos de referencia, que deberá ir modificando a medida que se vaya alterando la forma y el tamaño mamario. Una vez anestesiada la paciente, lo más habitual es implantar las prótesis mamarias primero. Esto aportará volumen a las mamas y producirá un grado variable de elevación de las areolas antes de proseguir con la cirugía.

 

¿Dónde quedan colocadas las prótesis?

 

Esencialmente, la colocación puede realizarse de dos formas distintas:

  • a): Entre la glándula mamaria y el músculo pectoral (colocación submamaria o suprapectoral – a la izquierda, en el dibujo)

  • b): Debajo de este músculo, sobre la pared costal (colocación retropectoral – a la derecha, en el dibujo).

En el primer caso puede conseguirse tal vez una forma mamaria más aproximada a un pecho ideal, pero con un riesgo habitualmente mayor de sufrir una retracción capsular. En el segundo, el riesgo de retracción sería menor. Con la colocación retropectoral se puede producir una moderada atrofia del músculo pectoral, por lo general no apreciable clínicamente. Siempre son esenciales una asepsia y esterilidad especialmente rigurosas, una técnica cuidadosa y lo menos traumática posible y una minuciosa coagulación de los vasos sangrantes.

La incisión utilizada para introducir las prótesis puede quedar situada en la zona en la que luego se deberá resecar el sobrante cutáneo para realizar la mastopexia (elevación de la mama). Una vez introducidas las prótesis y comprobada su situación y simetría, se inicia el procedimiento de mastopexia.

Durante la operación, el cirujano desplaza hasta su sitio correcto el complejo de areola y pezón, reduce el tejido mamario sobrante y readapta la piel de la mama a su nuevo contenido. En principio, las técnicas de mastopexia o corrección de flacidez requieren:

  1. Elevar la areola y pezón a su localización ideal, cuidando que exista una vascularización adecuada para asegurar su preservación.

  2. Mantener las conexiones entre la mayor parte del tejido mamario remanente y el pezón, para permitir una lactancia posterior, lo que podría tener importancia desde el punto de vista psicológico.

  3. La glándula mamaria debe modelarse para obtener un adecuado Qué cicatrices quedancontorno de la mama y procurando mantener al máximo las conexiones de la glándula con la piel, ya que la mama es en realidad una glándula cutánea.

  4. En lo posible, se procura conservar los nervios que van hacia la areola para preservar la sensibilidad erótica. A pesar de ello y por necesidades de resección de la glándula, en algunas pacientes se podrá perder o reducir la sensibilidad de la areola y pezón. Esta pérdida suele ser sólo temporal. Sin embargo, no suele constituir un gran inconveniente, ya que en aquellas pacientes con mamas muy caídas, la sensibilidad ya suele ser precaria o molesta antes de la intervención.

  5. En pacientes con areolas excesivamente grandes, éstas se reducirán a un tamaño normal.

  6. Las cicatrices deben ser lo más limitadas posible, sin cruzar la línea media, ya que impedirían llevar escotes amplios. En general, se procura que no rebasen los límites de un bikini.

Normalmente, el tamaño y la situación de las cicatrices en este tipo de cirugía es muy variable, pero a título orientativo se puede decir que:

  1. Cuanto más caídas estén las mamas, mayores serán las cicatrices.

  2. Cuanto más ancha sea la base de la mama, más amplias serán las cicatrices inferiores.

  3. Cuanto mayores sean las prótesis, más limitadas serán las cicatrices (naturalmente, dentro de límites razonables y adecuados a la altura y constitución de la paciente. Nunca se justifica recurrir a volúmenes exagerados con el único fin de reducir las cicatrices).

 

¿Qué cicatrices quedan?

 

La cicatriz habitual resultante suele constar de tres componentes:

  • La primera, circular, alrededor de la areola. Esta es habitualmente de poca visibilidad al hallarse en la zona de cambio de coloración entre la piel oscura areolar y la piel mamaria más blanca.

  • La segunda es vertical, desde la areola hasta el surco submamario, y generalmente se difumina bien con el tiempo.

  • La tercera es horizontal, en el surco submamario. No suele rebasar la base original de la mama y no cruza la línea media. Suele ser más visible que las anteriores. La mayor parte de las suturas cutáneas se realizan por dentro de la piel a objeto de reducir al mínimo las marcas de puntos.

Hay casos seleccionados en que se pueden reducir o incluso eliminar algunas de estas cicatrices. Si fuera factible en su caso, se procurará que sean lo menos extensas posible, siempre que no vaya en deterioro de una forma mamaria adecuada.

January 01, 2020

¿Hay que tener alguna precaución especial antes de la intervención?

 

Antes de la operación le serán realizados diversos análisis para evaluar su estado físico general y la conveniencia de someterse a una intervención quirúrgica. Deberá contestar un cuestionario médico en que se tratan de detectar problemas de tipo inmunológico y reumatológico, cuya relación con las prótesis mamarias nunca se ha demostrado, pero que continúa bajo estudio. En pacientes con una historia previa de patología mamaria, puede estar indicado realizar una mamografía. Al menos 15 días antes de la intervención debe abstenerse de tomar preparados que contengan ácido acetilsalicílico o salicilatos (Aspirina® o sus derivados), antiinflamatorios, preparados que contengan Vitamina E o aceite de Onagra, ya que pueden favorecer el sangramiento quirúrgico y la formación de hematomas postoperatorios. Si desea tomar algún analgésico, antitérmico, antiinflamatorio o anticatarral, consúltenos antes de hacerlo. Si está tomando alguna medicación, debe informarnos sobre ello. El día que se le haya señalado para la intervención, deberá acudir en ayunas, es decir, sin haber tomado ningún alimento -ni siquiera agua-, desde al menos 6-8 horas antes de la intervención. No debe aplicarse lociones o cremas de belleza, facial ni corporal, maquillaje, lápiz de labios y ojos, así como laca de uñas: lleve las uñas sin pintar. Al hospital debe llevar sus útiles de aseo personal, un camisón o un pijama, una bata y zapatillas. Dúchese antes de ir y no se aplique ningún tipo de crema, aceite o maquillaje, facial ni corporal. Se le recomienda abstenerse de fumar o reducirlo al mínimo durante los quince días previos a la intervención, aunque lo ideal es dejar de fumar completamente al menos un mes antes de la operación. Durante las primeras curas se le colocará un sujetador de tipo deportivo, cuyo tipo se le indicará para que lo adquiera previamente.

 

January 01, 2020

¿Influye el momento menstrual en la intervención?

 

Durante los tres o cuatro días que anteceden a la menstruación el pecho se ingurgita, se produce una dilatación venosa y las mamas suelen estar más tensas. Al iniciarse la regla, el pecho comienza el retorno a la normalidad. Aunque no es un factor determinante, es preferible evitar esos días en la programación de la fecha operatoria, si fuera posible.

¿Qué anestesia se utiliza?

 

Para estas intervenciones se emplea anestesia general controlada, con monitorización. Durante toda la intervención se encontrará Ud. bajo el cuidado de un anestesiólogo que vigilará su estado general, su respiración, su actividad cardíaca, saturación de oxígeno y tensión arterial. Este tipo de anestesia, realizada por un anestesiólogo competente y en un hospital bien dotado, ofrece los máximos índices de seguridad.

 

¿Cuánto tiempo suele durar la intervención?

 

En general, entre tres a cuatro horas y media, dependiendo del tamaño y la forma previa de la mama. En general, las mamas más grandes y más caídas requerirán mayor tiempo de intervención. Las suturas consumen una gran parte del tiempo, ya que deben realizarse meticulosamente, cuidando el detalle para que las cicatrices sean lo mejor posible.

¿Cómo es el postoperatorio?

 

Al final de la intervención, se dejan unos drenajes y se coloca un vendaje adhesivo en el tórax. Los drenajes evitan que se acumule sangre y líquido en el área operada, minimizando el riesgo de infección y reduciendo los cardenales en el postoperatorio. La paciente es dada de alta habitualmente a las 48 horas de la intervención, a veces después de retirar los drenajes. Entre el tercer y cuarto día se sustituye el vendaje elástico adhesivo por unos apósitos más ligeros a nivel de las suturas y se le coloca un sujetador adecuado. Los puntos se retiran dependiendo de los tipos de sutura que se haya utilizado, desde el 5º día del postoperatorio hasta la tercera semana. Una vez retiradas todas las suturas ya podrá Ud. ducharse normalmente.
El postoperatorio es habitualmente indoloro. Algunas pacientes acusan alguna molestia hacia las zonas axilares, y las incomodidades causadas por el vendaje adhesivo.
A los pocos días de la operación ya puede reanudar su vida normal, salvo ejercicios exagerados de elevación de los brazos. Hacia las seis semanas puede reanudar toda actividad de gimnasia y movimientos, incluyendo la actividad deportiva y sexual.
Es normal que durante los primeros días o semanas haya una cierta hinchazón (edema), de modo que la mama disminuirá ligeramente de volumen y de situación hasta que haya asentado. Igualmente es normal que se produzcan algunos cardenales que irán desapareciendo en los próximos días paulatinamente. En cuanto a la sensibilidad de areola y pezón, actualmente utilizamos técnicas que suelen preservarla en la mayoría de los casos. Si al principio notara alguna alteración, suele recuperarse en los próximos meses en un alto porcentaje de las pacientes. Una vez operada, le entregaremos una información más detallada y específica sobre los cuidados que deberá seguir.

¿Qué tipos de implantes se pueden utilizar?

 

En términos muy generales, las prótesis de mama autorizadas son actualmente de dos tipos: rellenas de suero salino o de gel de silicona. (La envoltura es de silicona vulcanizada en todos los casos y puede ser lisa o rugosa [texturada]).

En Enero de 1992, la FDA (Food and Drug Administration) norteamericana suspendió cautelarmente la autorización para la implantación de las prótesis mamarias rellenas de gel de silicona en procedimientos exclusivamente estéticos. El Estado Español, como algunos otros, secundó esta medida preventiva. La decisión se basaba en la necesidad de obtener mayores datos referentes a la posible relación que pudieran tener las prótesis rellenas de gel de silicona con algunas enfermedades autoinmunes. Posteriormente se volvió a autorizar el uso de prótesis rellenas de gel de silicona para fines reconstructivos, aunque requiriendo un permiso individualizado del Ministerio para cada paciente, y recomendando a los cirujanos no implantarlas en pacientes que hubieran tenido antecedentes de enfermedades autoinmunitarias. También se pidió a los cirujanos plásticos que comunicáramos cualquier resultado adverso al Ministerio de Sanidad, para poder realizar una evaluación continuada. En Noviembre de 1992 el Ministerio volvió a autorizar las prótesis rellenas de gel para usos estéticos y ha dejado sin efecto el permiso individualizado, pero ha establecido un protocolo preoperatorio y de seguimiento que se debe aplicar a todas las prótesis mamarias. Las prótesis rellenas de gel de silicona han sido autorizadas nuevamente para su uso en mamoplastia de aumento estética en Estados Unidos en noviembre de 2006

Este nuevo protocolo pretende, en las propias palabras del Ministerio:

  1. Ofrecer las máximas garantías de seguridad para las pacientes que se sometan a este tipo de operaciones mediante un examen previo a la misma con especial incidencia en los aspectos senológicos e inmunoreumatológicos. Estos aspectos serán valorados por el cirujano en vistas a decidir la idoneidad de la implantación. Asimismo, tras la implantación, se realizarán revisiones periódicas a las pacientes con el fin de detectar, con la mayor rapidez posible, cualquier efecto adverso que pueda ser atribuido a las prótesis.

  2. Garantizar que la paciente reciba toda la información acerca de las posibles complicaciones que se pueden derivar de la utilización de prótesis mamarias, y que conociéndolas, otorgue su consentimiento libremente para ser sometida a la intervención.

  3. Garantizar la calidad de las prótesis mamarias que vayan a ser utilizadas. Para ello, sólo podrán comercializarse e implantarse prótesis mamarias que se hallen en una de las situaciones legales siguientes:

–Autorización sanitaria concedida por la Dirección General de Farmacia y Productos Sanitarios en vigor hasta el 14 de junio de 1998.
–Marcado CE otorgado según la directiva 93/42/CEE de Productos Sanitarios y que cumplan con los requisitos recogidos en el Real Decreto 414/1996 sobre productos sanitarios.

El protocolo compromete a cirujano y paciente a lo siguiente:

 

 

  1. Realizar una historia clínica encaminada a detectar problemas mamarios, inmunológicos y reumatológicos. Para ello se ha elaborado un cuestionario específico.

  2. Practicar una exploración mamaria. En pacientes de 40 años o más, si no se han realizado los controles preceptivos con su ginecólogo o si la historia o la exploración lo requirieran, podría estar indicada una mamografía, que serviría como base para futuras evaluaciones.

  3. Entregar a cada paciente una información adecuada sobre la intervención a la que se va a someter, mencionando en ella las posibles complicaciones. Asimismo, entregará a la paciente una hoja de consentimiento informado para aumento de mama en la que la paciente reconoce haber recibido la información y se compromete a seguir las pautas de seguimiento una vez operada.

  4. Utilizar sólo aquellas prótesis que hayan sido sometidas y superado los controles de la Dirección General de Farmacia y Productos Sanitarios. Las prótesis vendrán con una hoja que la paciente deberá firmar. La comercialización y utilización de prótesis no autorizadas está prohibida.

  5. Entregar a la paciente información sobre las prótesis que se le han implantado.

  6. Comunicar al Ministerio de Sanidad y Consumo cualquier efecto adverso que detectara, y que pudiera atribuirse a las prótesis.

 

  1. Contestar con la mayor precisión a las preguntas que se le hagan sobre sus antecedentes médicos y hábitos personales.

  2. Realizarse, previo a la intervención, los análisis que el cirujano o el equipo de anestesia le indiquen.

  3. Leer atentamente la información referente a la intervención que el cirujano le entregue y preguntar lo que no entienda.

  4. Firmar las hojas de consentimiento informado para estas intervenciones, reconociendo que ha recibido la información y comprometiéndose a realizar el seguimiento postoperatorio.

  5. Firmar la(s) hoja(s) que traerán las prótesis, en las que se consignan todas sus características. El cirujano devolverá copias de esa(s) hoja(s) al importador, y éste, a su vez, al Ministerio de Sanidad.

  6. Acudir a revisión con su cirujano o su ginecólogo con una periodicidad al menos anual.

Estas medidas pueden resultar incómodas, pero sin duda posibilitarán un estudio más completo de los efectos secundarios del uso de los implantes mamarios, asegurarán que se implanten prótesis de calidad contrastada y por otro lado darán lugar a un estudio comparativo de las prótesis de gel y suero salino, aportando información centralizada a nivel Ministerial, lo que permitirá sacar conclusiones válidas que repercutirán siempre en beneficio de las pacientes.

Prótesis de mama rellenas de triglicéridos procedentes del aceite de soja: Debido a los problemas que han ocasionado este tipo de implantes, el Ministerio de Sanidad ha retirado su autorización de uso. Medidas similares se han adoptado en toda la Comunidad Europea. Hoy en día las prótesis rellenas de triglicéridos de aceite de soja no son una alternativa válida. Por lo tanto, no serán tratadas en esta información.

-------------------------------------------------------------------------------------------

 


Aquí encontrará una tabla comparativa de las prótesis mamarias rellenas de gel de silicona y de suero salino. 

En las prótesis rellenas de gel, hay un paso de minúsculas cantidades de gel de silicona a través de la cubierta exterior. Se ha especulado sobre la posible influencia que pudiera tener el gel de silicona que difunda en el organismo, bien por filtración a través de la envoltura, en menor grado, o por rotura de la envoltura, en cuyo caso el contacto con el gel sería más importante. Algunos informes han relacionado esta migración de gel con síntomas como inflamación, enrojecimiento cutáneo, cansancio, tumefacción articular y fiebre. Se han descrito casos aislados en un número muy limitado de pacientes que han padecido una alteración inmunológica, que podría relacionarse con enfermedades tales como lupus eritematoso, poliarteritis nodosa, artritis reumatoide, cirrosis biliar primaria y algunos tumores. Estas son enfermedades relacionadas entre sí, de incidencia muy baja en la población general, y similarmente baja en la población portadora de prótesis de gel. Sin embargo, estos estudios no han sido concluyentes, precisamente porque esa incidencia de afección inmunológica es tan pequeña que es difícil saber si corresponde sencillamente a la que se da también espontáneamente en la población general, sin prótesis. Los estudios realizados por el Ministerio de Sanidad inglés en Febrero de 1993 y en Estados Unidos en Marzo de 2000 han llegado a la conclusión de que no se puede establecer una relación de causa-efecto entre estas enfermedades y las prótesis mamarias. El Ministerio de Sanidad y Consumo de España y también la EQUAM (The European and International Commission for Quality Assurance, Medical Technologies and Devices in Plastic Surgery) han llegado a esa misma conclusión, como manifiesta el Ministerio en su Nota Informativa de Julio de 1997. El 17 de noviembre de 2006, se ha vuelto a autorizar el uso de prótesis rellenas de gel de silicona con fines estéticos en Estados Unidos.
Existen prótesis rellenas con gel más denso, de alta cohesividad. Permitirían producir un aumento más selectivo de zonas de la mama (por ejemplo, del polo inferior). Como contrapartida, estas prótesis suelen requerir una incisión más amplia para su inserción y suelen colocarse en situación suprapectoral.

Las prótesis rellenas de suero salino no presentan migración de gel, pero su envoltura es de silicona vulcanizada, al igual que las de gel. Actualmente se nos recomienda realizar también en éstas un seguimiento riguroso, para ofrecer las máximas garantías y poder comparar a largo plazo la idoneidad de ambos tipos.
Discutiremos con Ud. las ventajas e inconvenientes de ambos tipos de prótesis para determinar conjuntamente la más idónea para utilizar.

En Julio de 1997, la Dirección General de Farmacia y Productos Sanitarios, dependiente delMinisterio de Sanidad y Consumo, publicó una Nota Informativa sobre la Implantación de Prótesis Mamarias. En ella se recalca que sólo se pueden implantar en España aquellas prótesis aprobadas por el Ministerio. Además, especifica: “De otra parte, la evolución del conocimiento científico ha venido a demostrar la inexistencia de relación epidemiológica relevante entre la implantación de prótesis mamarias de gel de silicona y aparición de unidades patológicas de naturaleza autoinmune conocidas.” Por ello, relaja los controles analíticos que se habían estado realizando desde 1992 hasta ahora, y establece que “El mantenimiento en la analítica preoperatoria de la determinación de inmunoglobulinas C3 y C4, se revela superfluo desde la perspectiva de la seguridad de las pacientes que se someten a la implantación de prótesis mamarias”. Esta nueva norma nos permitió prescindir de esos controles, que por otra parte comportaban un coste adicional significativo.

La organización EQUAM (The European and International Commission for Quality Assurance, Medical Technologies and Devices in Plastic Surgery) no indica ya, en su Declaración de Consenso del 26 de Junio de 2004, la necesidad de practicar pruebas autoinmunes en pacientes que se vayan a intervenir de mamoplastia de aumento.

Existe un informe del Parlamento de la Unión Europea respecto al uso de prótesis mamarias y en especial a las rellenas de gel de silicona. Se trata de un documento extenso con recomendaciones sobre este tema a los Estados Miembros.

¿Se pueden romper las prótesis?

 

Todos los productos médicos están sujetos al deterioro con el tiempo. Por fatiga del material y desgaste, las prótesis pueden desarrollar un poro a través del cual se saldría el relleno. En el caso de suero, éste será absorbido con la consiguiente pérdida del volumen mamario. Este problema ha sido minimizado en las prótesis modernas, con una nueva estructura de pared de múltiples capas, resistente al desgaste. En ellas, esta complicación es más tardía. La vida media estimada en las prótesis de suero se cifra en alrededor de 15 años, pero la variabilidad individual es muy elevada. Las prótesis rellenas de gel de silicona también pueden sufrir una ruptura espontánea de su envoltura. Si no se rompe también la cápsula que la paciente ha creado alrededor de la prótesis, la rotura puede pasar inadvertida al no ser reabsorbible el gel de silicona. Además, la rotura de las prótesis puede ocurrir cuando existen heridas penetrantes, traumatismos violentos, o que pudieran fracturar costillas, perforando la envoltura.

Se ha estimado que la capacidad de un cirujano plástico familiarizado con el uso de implantes mamarios para diagnosticar la ruptura de una prótesis de gel a través de la exploración física es del orden de un 30%, frente al 60% de una ecografía y al 89% de sensibilidad de una resonancia magnética. Por este motivo, las pacientes con prótesis mamarias rellenas de gel de silicona implantadas hace años deberían contemplar la conveniencia de someterse a resonancias magnéticas periódicas.

En caso de rotura de una prótesis se debe proceder al reemplazo quirúrgico de la misma: en el caso de los implantes de gel por indicación médica, y en el caso de los de suero, para restaurar el volumen perdido. Sin embargo, debe Ud. saber que –dado tiempo suficiente- cualquier prótesis terminará deteriorándose.

¿Cuándo se sospecha la rotura de una prótesis mamaria?

 

Las prótesis rellenas de suero acusan rápidamente la rotura: el suero salino que se sale de la envoltura es reabsorbido por el organismo, con lo que se pierde el volumen del pecho en un período de horas o días. En las prótesis rellenas de gel de silicona la mayor parte de las roturas suele ser silenciosa (no producir síntomas) y pasar inadvertida en aquellos casos en que la cápsula cicatricial permanece íntegra. A veces se puede detectar en estudios de diagnóstico por imagen (Ecografías mamarias, mamografías, scanners, resonancia nuclear magnética), sin haber dado ningún síntoma de sospecha.
En general, aparte de los controles periódicos, debe acudir a consulta para verificar la integridad en los siguientes casos:

  • Cuando la mama ha sufrido un fuerte traumatismo (con o sin herida).

  • Ante heridas punzantes o cortantes de la mama.

  • Cuando, como resultado de un traumatismo, se han producido fracturas costales o presiones elevadas que pudieran haber dañado la prótesis.

  • Si notara cambios significativos en la consistencia, situación o tamaño del pecho, aún sin mediar un traumatismo.

Si alguno de estos casos se diera, aunque no hubiera disminución del volumen del pecho, conviene que acuda a consulta para realizar una revisión y poder orientarla en consecuencia.

¿Existe riesgo de cáncer?

 

Desde 1964-65 se han venido implantando prótesis de mama en seres humanos. No existe actualmente ninguna evidencia que permita relacionar un incremento de la incidencia de cáncer de mama con el uso de las prótesis. De hecho, después de una resección de mama por cáncer, la reconstrucción de la misma se suele hacer utilizando prótesis mamarias. Sin embargo, las prótesis mamarias tampoco “inmunizan” a las pacientes contra el cáncer de mama. El riesgo de padecerlo es estadísticamente similar al de una persona sin prótesis. El Instituto Nacional del Cáncer (USA), en una nota informativa divulgada en Septiembre de 1997, llega a la conclusión de que las pacientes portadoras de prótesis mamarias no están sujetas a una mayor incidencia de cáncer de mama que la población femenina normal.

En enero de 2011 la FDA (Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos) ha emitido un comunicado en el que se advierte que pudiera existir una relación entre los implantes mamarios y un tipo raro de tumor maligno, el Linfoma Anaplásico de Células Grandes. Se trata de un tumor de muy baja incidencia que en contadas ocasiones se ha detectado también en pacientes portadoras de prótesis mamarias. La FDA recomienda considerarlo como un potencial diagnóstico en pacientes que desarrollen síntomas años después de la implantación, como seromas, bultos mamarios o retracción capsular tardía. De alrededor de diez millones de pacientes portadoras de prótesis de mama en el mundo, este tipo de tumor se ha detectado hasta ahora en sólo 34 casos. De éstos, 24 correspondían a pacientes con prótesis rellenas de gel de silicona, 7 a pacientes con prótesis rellenas de suero y los otros 3 no especificaban el tipo. La FDA considera que las pacientes portadoras de prótesis mamarias podrían tener un muy leve incremento de riesgo de desarrollar este tipo de linfoma, pero también opina que el riesgo es extremadamente bajo.

La presencia de prótesis mamarias, ¿dificulta posteriormente la exploración mamaria y el diagnóstico precoz de eventuales tumores?

 

En general, no se dificulta la palpación, a la que Ud. se habituará, permitiéndole apreciar variaciones de textura y consistencia, ya que la glándula mamaria queda situada superficial a la prótesis. Es posible palpar la glándula mamaria sobre la resistencia que ofrece la prótesis y en las mamografías puede verse el implante y apreciarse las alteraciones glandulares que existan. Sin embargo, la nitidez radiológica es inferior a la de una mama sin intervenir, retrasando o entorpeciendo la detección precoz de tumores. En general, las prótesis rellenas de gel son menos transparentes a los rayos X que las rellenas de suero. Debe Ud. advertir a su radiólogo que es portadora de prótesis mamarias y el tipo que se ha utilizado, para que él pueda calibrar la exposición y adoptar una técnica adecuada para una óptima visualización. La fuerte compresión mamaria necesaria para una mamografía podría contribuir a la rotura de una prótesis. Por otro lado, la experiencia ha demostrado que las mujeres que llevan prótesis tienden a estar más pendientes de su pecho que las que no han sido intervenidas. Esto sería un factor a favor de la detección precoz de anormalidades en las pacientes intervenidas.

Ecografías del corazón (ecocardiografías): Si Ud. en el futuro precisa una ecocardiografía, las prótesis mamarias pueden alejar el terminal ecográfico de la zona cardíaca, reduciendo la sensibilidad del procedimiento. Si necesita hacerse una ecocardiografía, informe a su ecografista de que es portadora de prótesis mamarias.

¿Se examina la glándula mamaria en la operación?

 

La intervención permite examinar parte de la cara profunda de la glándula mamaria, y el área del hemisferio inferior, pero normalmente este tipo de cirugía no reseca tejido mamario. Si hubiera alguna zona sospechosa de quistes o de otra patología, se resecaría durante la operación y se enviaría al patólogo para su examen.

¿Qué complicaciones pueden ocurrir?

 

En estas cirugías mixtas, las complicaciones quirúrgicas pueden ser de tres tipos:
1. Las dependientes del mero hecho quirúrgico como tal.

La hemorragia sigue siendo un riesgo en el postoperatorio inmediato, a pesar de la hemostasia meticulosa y el uso de drenajes. Este riesgo es mayor en la colocación retropectoral de las prótesis. Otras complicaciones posibles son las alteraciones de la sensibilidad local, los hematomas (acúmulos de sangre líquida), seromas (acúmulos de suero sanguíneo), extrusión de las prótesis, intolerancia a los materiales de sutura e infecciones.
Cualquier complicación podría requerir procedimientos quirúrgicos adicionales. Además, cuando se requiere una nueva intervención, el riesgo estadístico de sufrir nuevas complicaciones es mayor en reintervenciones que en la cirugía primaria.

2. Las dependientes de la Mamoplastia de Aumento.

  • Normalmente, el organismo reacciona ante cualquier objeto implantado, como puede ser un marcapasos, una válvula cardíaca o una prótesis de mama, por mencionar sólo algunos ejemplos. Una de las complicaciones más frecuentes en los aumentos de mama es la retracción capsular. Esto es un engrosamiento y retracción de la cápsula que el organismo ha creado para aislar la prótesis. La retracción comprime el implante y aumenta la presión de su contenido; con ello produce una mayor sensación de firmeza de la mama. La reducción consiguiente del tamaño de la cavidad puede ocasionar pliegues del implante, en algunas ocasiones palpables o incluso visibles. La retracción capsular puede ser asimétrica, afectando más un lado que el otro, o forzando la prótesis a desplazarse de su colocación correcta, produciendo alteraciones de la forma mamaria y/o asimetría. Los motivos auténticos de la retracción capsular no se conocen aún bien, pero se cree que pueden influir en la incidencia de esta complicación multitud de factores, como una tendencia individual, pequeños sangramientos, infecciones asintomáticas por gérmenes habituales de la superficie cutánea, el hábito de fumar, tendencia a la cicatrización hipertrófica o queloidea, etc. Con objeto de contrarrestar esta complicación se han desarrollado durante los últimos 30 años numerosos y diferentes tipos de prótesis y también distintas vías de introducción e implantación de las mismas, así como diversas medidas de protección, principalmente antibiótica, y tratamientos para reducir el grosor de la cápsula en formación o para asegurar una cavidad suficientemente amplia. Cuando ocurre, normalmente lo hace en los primeros meses del postoperatorio, pero en excepcionales circunstancias puede suceder al cabo de años.

  • En ocasiones se puede producir una disminución o pérdida de la sensibilidad de areolas, pezones y áreas circundantes mamarias. Cuando ocurre, habitualmente es transitorio pero en alguna paciente puede haber una alteración permanente. Ocasionalmente hay un aumento temporal de la sensibilidad, producida por el roce de la areola y el pezón con la ropa, debido a la mayor proyección de la mama.

  • En la colocación retropectoral de prótesis (detrás del músculo pectoral mayor), la cicatriz puede tender a adherirse al músculo. Esto depende de la forma de cicatrización personal y puede producir una tracción de la cicatriz hacia adentro al contraer el pectoral. Si ocurriera, normalmente puede mejorarse esta tracción mediante la aplicación continuada de masajes de desplazamiento cutáneo, a fin de elongar la estructura fibrosa de la cicatriz. Sin embargo, no siempre es posible una corrección completa.

  • Aunque se haga todo lo posible para que sean lo menos conspicuas que se pueda, las cicatrices son un resultado inevitable de la cirugía. En la mayoría de los casos palidecerán gradualmente en los próximos meses y serán poco apreciables, pero es imposible garantizar su calidad en una paciente concreta.

Las mencionadas anteriormente son las complicaciones más frecuentes en la plastia mamaria de aumento. Ocurren en contados casos, salvo la retracción capsular, cuya incidencia oscila del 2% al 15%, dependiendo de la colocación (retro o suprapectoral), de la tendencia individual, de la marca de las prótesis, del tipo de relleno, etc. Sin embargo, debe recordar que aunque las prótesis son en principio implantes duraderos, su duración será siempre limitada y eventualmente habrá que sustituirlas o retirarlas. Adicionalmente, y aunque la media de duración de prótesis mamarias sea prolongada, la variabilidad individual es tan grande que la duración en un caso concreto resulta impredecible de antemano. Puede Ud. tener la fortuna de mantener sus prótesis intactas durante treinta años, pero también podría sufrir la decepción de una ruptura a los pocos meses de la implantación.

Algunas complicaciones adicionales del aumento mamario, ya menos frecuentes, pero que merecen mencionarse son, entre otras:

  • Sufrimiento y ruptura de la piel causada por la presión del implante y por la delgadez de la capa de piel que lo cubre. Esto, de por sí ya infrecuente, es algo más raro en la implantación retropectoral. En caso de ocurrir, será necesario retirar el implante.

  • Se pueden formar calcificaciones en la cápsula que forma el organismo alrededor del implante. Este hallazgo poco frecuente habitualmente se combina con una retracción capsular. Las calcificaciones producirán imágenes opacas en una mamografía que pueden dificultar un diagnóstico radiológico adecuado. En raras ocasiones, las láminas de calcio podrían llegar a perforar el implante.

  • Los implantes rellenos de suero salino podrían desarrollar un poro y deshincharse. Esta complicación, relativamente frecuente en el pasado con este tipo de implantes, se estima como poco probable con las prótesis modernas. Las mejores casas fabricantes dan una cifra de unos 10 – 15 años de vida media. La rotura de una prótesis de suero salino se evidencia habitualmente por la pérdida rápida de volumen del pecho. En caso de que ocurriera, es preciso reemplazar la prótesis si se desea restaurar el volumen, aunque no hay una repercusión de índole médica.

  • Cuando se utilizan implantes rellenos de gel de silicona, la ruptura, aunque no ocasione necesariamente la pérdida de volumen del pecho es un motivo médico para retirar y sustituir el implante.

Pueden darse dos situaciones:

  • a) Rotura del implante con conservación de la cápsula (rotura “intracapsular”). En este caso, la situación podría pasar inadvertida.

  • b) Rotura del implante con rotura de la cápsula que la rodea (rotura “extracapsular”). En esta situación, el gel de silicona sale de la cavidad e infiltra los tejidos circundantes, pudiendo también migrar en el organismo. La forma y la firmeza de la mama pueden cambiar.

Ambas situaciones pueden precisar de una intervención para retirar o sustituir las prótesis. En algunas ocasiones, puede ser imposible retirar el gel de silicona que infiltra el tejido.

  • En los implantes rellenos de gel hay una migración permanente, mínima pero detectable, de partículas de gel a través de la barrera que supone la envoltura del implante. Este “exudado” de gel, que podría hipotéticamente incrementar el riesgo de enfermedades autoinmunes, es mínimo en las prótesis de múltiple envoltura (multilaminadas), que son las únicas autorizadas actualmente por las autoridades sanitarias en España.

  • Ha habido informes contradictorios de alteraciones inmunitarias y reumatológicas en pacientes portadoras de implantes de gel. Estas alteraciones comprenden enfermedades autoinmunes, como artritis reumatoide, lupus eritematoso, esclerodermia, etc. Ocurren en rarísimos casos, pero si sucedieran, tal vez habría que contemplar la retirada de los implantes. Los estudios internacionales realizados parecen descartar del todo la relación entre estas enfermedades y prótesis mamarias de gel.

  • Las prótesis se pueden desplazar de su localización original, produciendo una situación anómala, unilateral o bilateral, con o sin asimetría. Cuando ocurre un desplazamiento temprano, lo más usual es que se desplacen en sentido superior, pero pueden existir desplazamientos en otros sentidos. La aplicación correcta de los masajes juega un papel primordial en la prevención de esta complicación. Los desplazamientos tardíos son más raros, y suelen ocurrir en sentido inferior y lateral. Un desplazamiento pudiera requerir cirugía adicional.

  • En pacientes delgadas o con piel fina, los pliegues que forme la prótesis pudieran ser detectables desde el exterior (“rippling”). En otras ocasiones las esquinas de los pliegues pudieran percibirse al tacto o incluso visualmente si la piel es fina. Este riesgo es algo mayor en la implantación delante del músculo pectoral y con el uso de prótesis de suero y/o de superficie rugosa.

  • En algunas ocasiones se pueden formar estructuras en forma de cordón/es que van desde el surco submamario hacia el abdomen. Su causa es la inflamación de venas de esa zona. Normalmente son auto-limitadas y suelen curar sin secuelas. Este fenómeno se conoce como “Síndrome de Mondor”.

  • Las incisiones necesarias para realizar la intervención, así como el despegamiento de tejidos que se requiere para crear la cavidad de alojamiento de las prótesis pueden producir alteraciones en la sensibilidad y respuesta sexual de areolas y pezones. Estas alteraciones, de producirse, pueden ser temporales o permanentes.

  • En algunas pacientes se podrían producir depósitos de calcio que pudieran dar lugar a dudas sobre la existencia de un posible cáncer de mama. Esto podría requerir biopsias o incluso la retirada del implante para descartar o confirmar esta enfermedad.

  • En pacientes que realizan actividades que conlleven traumatismos importantes en la región mamaria, existe siempre un riesgo potencial de ruptura de las prótesis.

  • Las prótesis mamarias son implantes de larga duración, pero nunca deben considerarse como permanentes. Aunque existan en la actualidad implantes mamarios que llevan más de treinta años colocados, son productos sujetos a fatiga de materiales y degradación, como todos los implantes en el organismo. Con el paso del tiempo, se deteriorarán y deberán reemplazarse por otras nuevas o retirarse.

  • La estimulación mamaria producida por la cirugía podría estimular la producción de leche. En los raros casos en que se produce, suele cesar espontáneamente pero podría requerir tratamiento médico para detenerla. Excepcionalmente, podría ser necesaria la extracción de las prótesis.

3. Las dependientes de la técnica de Mastopexia.

  • Puede aparecer un hematoma postoperatorio que exija su drenaje y evacuación. No es frecuente. Igualmente rara es una infección, que se combatiría con antibióticos y medidas locales.

  • El punto de confluencia de la cicatriz vertical con la horizontal constituye una zona de tensión en la que se puede acumular más fácilmente un pequeño hematoma o licuarse algo del tejido graso alrededor de los puntos internos. Si esto ocurre, estos puntos se suelen tolerar mal, lo que puede dar lugar a que se abra una zona de la cicatriz a este nivel. Esta complicación requiere la eliminación de algunos puntos y curas locales. En general, esta zona se cierra espontáneamente con el tratamiento local adecuado al cabo de 3 a 6 semanas, sin que por ello la cicatriz remanente sea más visible a largo plazo. Sin embargo, puede requerir en alguna paciente algún retoque postoperatorio una vez transcurridos 6 a 12 meses de la operación.

  • Aunque se toman todas las medidas para intentar procurar el máximo de simetría, cierto grado de asimetría mamaria es normal en la mayoría de las mujeres y es imposible obtener una simetría absoluta. Las diferencias de curación, de tracción cicatricial, de elasticidad cutánea, de reabsorción parcial de tejidos, etc., pueden producir asimetrías postoperatorias.

  • En algunas pacientes, la cirugía puede ocasionar alteraciones en la pigmentación de las areolas, con cambios o pérdida de la pigmentación normal.

  • Una complicación más importante, que debe tenerse en cuenta cuando se trata de reducciones del volumen mamario, es afortunadamente más rara en las mastopexias, pero no inexistente: la pérdida o necrosis de la areola y del pezón. Según estadísticas internacionales y dependiendo del grado de descenso de la mama y de las diferentes técnicas, esto ocurre en aproximadamente un 2% de las pacientes. La técnica que actualmente practicamos da unas cifras aún inferiores. Es, por tanto, poco probable que suceda. En caso de ocurrir, podría requerir una reparación con injertos de piel, ya sea de la zona alta del muslo, de detrás de la oreja o de los labios menores de la vulva, para reconstruir la areola y pezón y producirá un detrimento estético de la mama. Este tipo de complicaciones es significativamente más alto en pacientes fumadoras. Los pezones muy grandes tienen un mayor consumo de oxígeno y por lo tanto, su riesgo de lesión es superior. Las cicatrices previas en la mama también pueden comprometer el riego y poner en riesgo la areola y el pezón.

  • Son posibles las alteraciones o la pérdida de la sensibilidad en la zona intervenida. Aunque suelen mejorar con el transcurso del tiempo, en algunas ocasiones estas alteraciones pueden ser permanentes.

  • En algunas pacientes, a pesar de una sutura meticulosa, puede haber una cicatriz de mala calidad, (engrosada y/o abultada). Esto depende del tipo de cicatrización individual. El cirujano es responsable de realizar una sutura cuidadosa, pero no de la cicatriz en sí. Si ocurriera, se pueden tomar algunas medidas para intentar reducir su visibilidad.

  • Otro problema que ocurre con alguna frecuencia en pacientes de piel poco elástica, es la elongación de la piel por debajo de la areola que cede ante la tensión producida por el peso de la glándula. Cuando eso ocurre, se elonga la cicatriz vertical, produciendo la sensación de que las areolas están demasiado altas. Si sucediera, habrá que resecar un huso de piel adicional -generalmente bajo anestesia local- una vez pasado un mínimo de seis meses de la intervención principal.

  • Dolor: La elevación mamaria puede no mejorar el dolor de espalda, cuello y hombros. Las cicatrices anormales, tanto en la piel como en los tejidos profundos, pueden también ser causa de dolor.

  • Riesgo de cáncer: La cirugía de elevación mamaria no tiene relación con enfermedades mamarias ni con el cáncer mamario. Sin embargo, tampoco le protegerán contra ellas. Debe continuar vigilándose periódicamente y sometiéndose a los controles que su ginecólogo le indique.

  • Insatisfacción con el resultado de la intervención: Existe la posibilidad de un resultado poco satisfactorio en la cirugía mamaria, o de que el resultado no se ajuste a sus expectativas en cuanto al tamaño, situación y/o la forma de las mamas

     

     

     

     

     

     

     

     

     

January 01, 2020

¿Qué cuidados hay que tener en el postoperatorio?

 

El tratamiento postoperatorio es muy importante. Se recomienda habitualmente una movilización precoz de la zona mediante masajes que se dará Ud. misma. La cápsula que forma el organismo ya inicia su formación hacia el tercer día postoperatorio. La movilización precoz debe realizarse como se le indique con el fin de que la cavidad y la cápsula se formen más amplias que la prótesis misma. Aún cuando se produjera una retracción posterior, ésta será menos evidente que si ocurre en una cápsula muy ajustada. En algunos casos no se recomienda realizar estos masajes. Le daremos las instrucciones específicas que Ud. necesite.

¿Cómo se manifiesta una retracción capsular y con qué frecuencia se produce?

 

La retracción capsular se manifiesta esencialmente por un aumento de la firmeza de la mama, de grado variable, que puede afectar uno o ambos lados. La prótesis se puede hacer entonces palpable. En su grado máximo, hace que el contorno del implante sea incluso apreciable externamente, produciendo una evidente deformidad. Al producirse una mayor fijación a los tejidos circundantes, cuando la paciente se acuesta, la mama no cae hacia los lados como en un pecho normal, sino que tiende a quedar proyectada hacia adelante. Las estadísticas en cuanto a la retracción capsular son muy variables, pero suelen situarse entre el 2% y el 8% para la colocación retropectoral con las prótesis de suero salino actuales. (La incidencia es ligeramente mayor con prótesis rellenas de gel de silicona). La colocación suprapectoral -o submamaria- tiene una incidencia de retracción capsular de aproximadamente el doble. La necesidad de reintervenir debido a esta condición es, sin embargo, baja.

En resumen, el criterio que se sigue en la actualidad para minimizar el riesgo de retracción capsular y procurar un óptimo resultado, es el siguiente:

  1. Utilización de prótesis modernas, de alta tecnología que pueden ser:

    • a) De suero salino, de baja permeabilidad y múltiple capa de envoltura. Algunos modelos tienen envolturas de silicona especialmente resistente a la abrasión, para minimizar la formación de poros y el posible deshinchado. Las prótesis de suero tienen la ventaja de que pueden corregir pequeñas asimetrías, ya que es factible inyectar cantidades de suero moderadamente diferentes en cada mama durante la cirugía.

    • b) De gel de silicona con cubierta de múltiple capa (multilaminar) y de baja permeabilidad. Pueden ser también de envoltura lisa o rugosa [texturada] Este tipo de envoltura aumentaría la superficie de la cápsula, reduciendo el índice de retracción. Este extremo aún no se ha demostrado completamente. Además, existen algunos trabajos recientes (1994) que relacionan las prótesis de superficie rugosa con una mayor presencia de partículas de silicona en la cápsula que el organismo forma alrededor del implante. El coste de estas prótesis es algo mayor que las de envoltura lisa. (En España sólo se permite implantar legalmente aquellas prótesis de mama rellenas de suero o de gel de silicona que hayan superado los controles de la Dirección General de Farmacia y Productos Sanitarios. Sólo las marcas más prestigiosas han superado estos requisitos. El precio de estas prótesis es superior al de marcas de inferior calidad, lo que repercute en el coste total de la intervención. Sin embargo, nunca es sensato ahorrar dinero en un producto que se va a llevar dentro del organismo durante años. Las prótesis autorizadas incluyen, desde diciembre de 1992, una hoja múltiple que debe ser firmada por la paciente y en la que consta el tipo, marca, modelo y forma de implantación de las prótesis mamarias a emplear en su caso).

  2. Utilizamos con mayor frecuencia la colocación retropectoral, aunque practicamos alguna vez la submamaria en casos seleccionados, en pacientes que hacen ejercicio físico, cuando hay suficiente tejido de cubierta y buena tensión cutánea.

  3. Con el propósito de reducir al máximo los acúmulos de sangre en la cavidad de la prótesis se suelen utilizar drenajes finos de aspiración durante las primeras 24-72 horas. En el postoperatorio inmediato se aplica un vendaje compresivo o directamente un sujetador apropiado.

  4. Cuando se le indique, deberá comenzar una compresión de la mama y movilización de las prótesis tres o cuatro veces al día y unas 25 veces en cada lado, con la finalidad de que se forme una cápsula amplia. Este masaje deberá continuar durante varios meses.

  5. Los puntos alrededor de la areola se dan de forma intradérmica para evitar dejar marcas de sutura. Se retiran hacia la segunda semana del postoperatorio.

     

     

     

     

     

     

     

     

     

¿Hay contraindicaciones para una mastopexia asociada a un aumento mamario?

 

Si, las hay. Por supuesto, ninguna intervención de carácter estético está justificada en pacientes que no reúnan las condiciones físicas mínimas de seguridad para someterse a ella con el mínimo riesgo. Cualquier enfermedad importante preexistente debe ser tratada antes de la intervención. Las pacientes que hayan padecido enfermedades del sistema inmunitario (Lupus eritematoso, artritis reumatoide, poliarteritis, síndrome de Sjögren, cirrosis biliar primaria, etc.) o tengan antecedentes familiares de estas enfermedades deben advertirlo previo a la intervención. Los datos actualmente disponibles sobre los efectos secundarios de los implantes mamarios rellenos de gel parecen descartar que puedan favorecer o exacerbar este tipo de enfermedades. No se ha relacionado este problema con las prótesis de suero salino. Sin embargo, los estudios al respecto continúan en la actualidad.

Un amplio estudio realizado bajo condiciones muy estrictas en Estados Unidos y publicado en el prestigioso “New England Journal of Medicine” en Marzo de 2000 establece que:… “No existe evidencia de que haya relación entre las prótesis mamarias en general, ni de las rellenas de gel de silicona en particular, con ninguna enfermedad particular del tejido conectivo, con todas ellas combinadas o con otras enfermedades autoinmunes o reumáticas. (N Engl J Med 2000;342:781-90)”.

¿Es necesaria una transfusión de sangre?

 

Es excepcional que una paciente precise una transfusión. Sin embargo, si durante la cirugía ocurriera un sangramiento excesivo y el equipo de anestesia determinara que es necesaria una transfusión, ésta deberá realizarse.

¿Cuáles son las molestias postoperatorias?

 

Las pacientes suelen referir una sensación de tensión a nivel de la región mamaria. Si fuera Ud. una paciente con mayor sensibilidad al dolor, se le administrarían los medicamentos necesarios para calmarlo. Los masajes son algo dolorosos durante los primeros días pero esto va cediendo para desaparecer a las pocas semanas. Es normal que se produzca cierto edema (hinchazón) a nivel de la región operada, y cambios de coloración de la piel (cardenales), producidos por la infiltración de sangre cercana a la piel. Suelen desaparecer en unas dos a tres semanas. El pecho recién operado se verá al principio más alto y mayor de lo que será en el futuro.
A partir del tercer a quinto día ya podría reanudar una actividad más normal, evitando ejercicios intensos. Puede incluso dormir boca abajo a partir de los veinte días. Sin embargo, no debe mojarse la zona de la incisión hasta que no se le hayan retirado los puntos. Por ello, debe proteger esta zona del agua al bañarse o ducharse.

January 01, 2020

Si fuera una de esas pacientes en que se produce una retracción de la cápsula con endurecimiento de la prótesis, ¿qué importancia reviste y qué se puede hacer?

 

Esta complicación es de importancia fundamentalmente estética, sin que habitualmente revista repercusiones de índole médica. Por tanto, la consecuencia habitual es el detrimento del aspecto estético, al hacer que las prótesis sean palpables y que al acostarse no caiga el pecho normalmente hacia los lados de un modo natural. El problema, si aparece, puede tener solución. Si se detecta en las primeras semanas después de la intervención, puede ser a veces corregido mediante una compresión manual externa de la prótesis, (“Capsulotomía incruenta”) con lo cual se lograría que se expanda la cápsula ampliando la cavidad y dando mayor grado de movilidad al implante. Esto puede producir una mejoría instantánea y dramática -cuando funciona-. Sin embargo, ya que involucra una compresión muy intensa de la prótesis, pudiera en algunos casos ocasionar su ruptura. Si ello ocurriera, habría que intervenir quirúrgicamente para sustituirla. Con frecuencia vuelve a formarse una nueva cápsula retráctil que obligue a repetir el procedimiento o a plantearse la conveniencia de un tratamiento quirúrgico. éste consistiría en una capsulotomía quirúrgica (resección parcial o total de la cápsula formada), en general a través de la misma incisión. Generalmente se puede reinsertar la misma prótesis, pero en ocasiones puede ser aconsejable reemplazarla por una nueva. El propósito es conseguir nuevamente que la prótesis se halle en una cavidad sin tensión con la esperanza de que la nueva cápsula se forme sin tendencia a la retracción. Es pues esencial una movilización precoz y frecuente de la prótesis y su compresión manual por la propia paciente para que la cavidad se mantenga suficientemente amplia. En la mayoría de las pacientes suele ocurrir así y solucionarse con ello el problema. Si aún así se repitiera, habría que plantearse la conveniencia de retirar las prótesis.

Resumiendo, la retracción capsular es una complicación que se produce con una frecuencia calculadamente pequeña pero sin duda significativa, y cuya aparición en gran parte no está bajo control del cirujano ni de la paciente. Por lo tanto, nunca se puede garantizar que ello no ocurra y esta posibilidad debe ser asumida como un riesgo inherente de la intervención.

¿Qué seguimiento postoperatorio deberé practicar?

 

La normativa del Ministerio de Sanidad y Consumo emitida en noviembre de 1992 pretende ofrecer las máximas garantías de seguridad a las pacientes que se sometan a este tipo de operaciones.
Aparte de las determinaciones analíticas previas a la intervención y cualquier estudio adicional que se estime conveniente llevar a cabo, a lo largo del postoperatorio deberemos explorarla anualmente o con mayor frecuencia si existiese alguna indicación médica o Ud. detectase alguna anomalía en la autoexploración mamaria.

En caso de quedar embarazada, ¿puedo dar el pecho?

 

Al estar la prótesis debajo de la glándula, o incluso más alejada, debajo del músculo pectoral, no habría inconveniente en llevar a cabo una lactancia normal. Sin embargo, la mastopexia necesariamente corta parte de los conductos galactóforos (que conducen la leche hacia el pezón). Esto puede causar una disminución importante de la capacidad de producción de leche. El embarazo supone un aumento de volumen mamario con distensión de la piel, que suele recuperarse parcialmente después de la lactancia. Este proceso puede provocar una caída de la mama. En algunas pacientes puede haber incluso una involución con pérdida de parte del volumen mamario tras el embarazo, como también ocurriría si no se hubiese operado. Sin embargo, la lactancia no está absolutamente contraindicada y de hecho, existen algunas pacientes que después de la intervención han tenido niños y han podido dar de mamar con normalidad. Por supuesto, deben extremarse todas las normas usuales de higiene del pezón y areola para evitar grietas y una posible mastitis. Si ocurriera, debe acudir a su ginecólogo o médico indicándole que lleva una prótesis para que proceda al tratamiento oportuno. De no ser así, cabría la posibilidad de que la mastitis progresara en profundidad, pudiendo, en raros casos, llegar hasta la prótesis. Si una prótesis se infecta, es preciso retirarla.

Desde el punto de vista estético, debe recordar que la lactancia conlleva un aumento -a veces considerable- del tamaño del pecho. Este aumento se sumará al que le haya aportado la intervención. Debe Ud. cuidar de mantener elástica e hidratada la piel de las mamas, ya que el riesgo de que el pecho caiga una vez finalizada la lactancia y cuando se reduzca la glándula mamaria, es igual al de cualquier mujer que tenga un volumen mamario similar al que Ud. tendrá una vez operada.

Con el tiempo, ¿se me volverá a caer el pecho?

 

En realidad, la mama es una glándula de tipo cutáneo, y según va transcurriendo el tiempo y cediendo la piel, ella va descendiendo. El grado de descenso depende obviamente del tiempo transcurrido y del tamaño de la glándula, pero también de la calidad y elasticidad de la piel, de la tendencia al deslizamiento de los tejidos y de otros factores. En esta cirugía hemos restaurado la situación de la mama, pero a la vez hemos aumentado el volumen y peso. Aunque el músculo pectoral soporte parcialmente a la prótesis, el aumento de volumen será un factor favorecedor del descenso mamario. De forma similar a lo que ocurre en los estiramientos de cara, el reloj se ha retrasado, pero sigue en marcha. En las pacientes cuya piel tienda a distender, puede además elongarse la piel inferior de la mama.

Eso produce un alargamiento de la cicatriz vertical, dando la impresión falsa de areolas demasiado altas cuando en realidad lo que ocurre es que está descendiendo el polo inferior de la mama, lo que podría requerir correcciones posteriores. Debe habituarse al uso de sujetadores adecuados, para que no toda la carga de sustentar la forma del pecho recaiga en la piel, que con el tiempo se elonga.

¿Cómo valoran las pacientes el resultado?

 

La gran mayoría de las pacientes valoran la intervención positivamente y la volverían a repetir. Incluso aquellas en que se ha producido una retracción capsular que ha exigido una reintervención suelen preferir asumir el riesgo de una nueva retracción capsular antes que prescindir de las prótesis y perder el volumen mamario. Se realizan anualmente miles de mastopexias con aumento con un mínimo de complicaciones. A pesar de ello, las complicaciones son posibles: Ud. debe conocer y asumir las limitaciones y los riesgos potenciales de la cirugía y las complicaciones asociadas con la cirugía plástica de esta cirugía. Las pacientes normalmente están complacidas con la situación y forma de la mama.

En cuanto a las cicatrices residuales, su calidad varía considerablemente de paciente en paciente. Es necesario que previamente esté informada de que no se puede realizar una cirugía correctora de un pecho caído sin que queden cicatrices. El cirujano realiza la sutura con el mayor cuidado, pero no se puede garantizar con seguridad la calidad de la cicatriz, ya que dependerá en gran medida de la cicatrización individual de cada paciente. En cuanto a la forma, dado que la intervención se realiza con un marcaje y planeamiento preoperatorio exacto, en general se obtiene un resultado simétrico. Ahora bien, no existe una mujer cuyas mamas sean absolutamente iguales de forma y tamaño. Si existiera una asimetría preoperatoria, se procurará su corrección, pero puede persistir una asimetría o variación en el postoperatorio.
En general, la cicatriz alrededor de la areola suele ser poco visible debido al cambio de color de la piel. Igualmente, la cicatriz vertical suele palidecer con el tiempo y hacerse poco visible. La cicatriz del surco submamario tiene habitualmente mayor visibilidad que las anteriores. Si le preocupara, a los 6 a 12 meses de la operación, puede retocarse bajo anestesia local con el fin de mejorar su situación y calidad. Al no tener que soportar tensión como en la intervención original, hay mayores probabilidades -si bien nunca seguridad- de que la calidad cicatricial sea mejor.

¿Qué Garantía existe?

 

No es posible ofrecer una garantía sobre el resultado de una intervención quirúrgica, excepto en que pondremos todo nuestro esfuerzo y conocimientos en conseguir el mejor resultado. Ningún procedimiento quirúrgico tiene éxito en el 100% de los casos. Las reacciones de cada paciente a la cirugía y su forma de cicatrizar son diferentes. La capacidad del cirujano se puede juzgar por su titulación, sus años de experiencia, su afiliación a Sociedades Profesionales reconocidas, la incidencia de complicaciones y la satisfacción de sus pacientes.

En caso de que esta información no hubiera contestado todas sus preguntas, no dude en consultar lo que crea necesario. El propósito de este documento es ayudarle para tomar su decisión con un conocimiento adecuado de las ventajas, posibilidades y posibles inconvenientes y riesgos de esta técnica. Cualquier consejo o comentario que se le haga a Ud. personalmente tiene siempre prioridad sobre lo que aquí se especifica, ya que este texto está redactado de modo general.

-------

 

 

Please reload

bottom of page